sábado, 3 de junio de 2017

Cosas muy bonitas

"Ay qué difícil parece, a veces seguir soñando, con una casita blanca que tenga el sol en el patio"

A veces hay anhelos tan simples pero tan lejanos que uno se aburre un poquito, pero llega cualquier detalle, cualquier sonrisa, cualquier palabra de ánimo y resulta una inyección de fuerza. A mi en particular me pasa con la familia.

Esta mañana me llamó mi tío a saludarme y más cosas. Entre esas, a decirme qué ánimo sobrina, no se desanime si no consigue trabajo, que para eso estamos la familia, de algún modo echamos para delante. Fue tan bonito. Uno va creciendo y va entendiendo las cosas que decían antes "los adultos" y que se sentían tan ajenas. Frases como: no tengo cómo pagarles a mis padres por todo lo que me han dado, seguro se refieren al esfuerzo material que han hecho todos los que nos han construido los caminos por los que vamos haciendo nuestras vidas, pero también se refieren a estos momenticos de luz, que son inolvidables. Yo misma siento que no sé cómo pagarle a mi tío el hecho de que esté preocupado por animarme, aún cuando ni siquiera estoy desanimada. Es como un afán de cuidado hacia el otro que a mi no deja de sorprenderme. Como si yo fuera una cosa frágil y él tuviera que vigilar cualquier viento porque en su cabeza está que me puedo romper... es como un afán de entregarse, un afán de amar que me deja llena de sorpresa, osea de sorpresa grata... 

Por otro lado también pienso en su propia historia, los tropezones que él dio. Mi mamá me cuenta que mi tío estuvo como cinco años sin trabajo. Seguro eso lo golpeó bastante fuerte. Yo medio me acuerdo de esas épocas: acomodábamos las compras que mi mamá hacía para la casa. La mitad era para nosotros, la mitad se la mandaba a mi tío. 

Y entonces está el gesto tan bonito de querer cuidarnos de esas piedras que a él lo dejaron varias veces tirado en el suelo, con golpes fuertes. A mi me dan unas ganas de abrazarlo (aunque yo tengo una forma complicada de relacionarme cuando se trata de dar cariño) y de abrazar la vida! Y me pongo a soñar de nuevo. No en... no en mis éxitos... sino en un mundo donde la regla sea el amor que ese hombre puso esta mañana en la llamada que me hizo. 

"...y entonces saben por qué se puede seguir soñando"