sábado, 27 de mayo de 2017

"NO TE DESANIMES ¡MATATE!"

Esta noche Medellín me parece un lugar terrible. Y en cierto modo lo es ¿no? el "humo desgracia" que se mete hasta por las ventanas cerradas de mi cuarto... los niños vendiendo chiclesitos pasadas las 10 de la noche o cantando rap a cambio de monedas en los buses, el sacol, el no futuro de Rodrigo. Ese muchacho que lloraba diciendo: no por favor no, y ese otro que le decía: ¡suba hermano! mientras le indicaba unas escaleras que reflejadas en el miedo de los ojos del primero parecían interminables... podría enumerar más clichés citadinos, más fragmentos destructivos de esta ciudad...  
¿Hace cuánto fue? ¿Una semana? ¿dos? se suicidó el poeta. De día vendía empanadas, de tarde libros. No sé qué estudiaba, ni cuándo escribía. Nos compró varias cosas, una olla arrocera, como dos camisas que estaban casi buenas y le insistimos mucho para que nos comprara un buso que se le veía muy bien: "parezco un intelectual, parece que leyera muchos libros", pero no quizo porque le quedaba un poquito corto. Luego nos reclamó por tres velas redondas que no le quisimos dejar en mil, siendo que ya nos había comprado el candelabro, que era cliente y que nos ayudaba con las cajas. Qué pena.  

¿Uno cómo racionaliza que este muchacho se haya colgado de los pinos del parque Arví? O que Rodrigo se la pase dos horas con sus baquetas tocando melodías en una batería inexistente... que nunca pueda conseguirse la maldita batería. Que sea tan bruto con su hermana y que después de las dos horas termine tirándose de un edificio ¿Qué rayos es esta ciudad? Medellín es dura, dura dura, si te distraes, "su eterna primavera" te come vivo. 

"Hay otras mercancías que no produces: los alimentos del alma. Ni siquiera tienes una fabriquita para alimentos del alma. Tus politécnicos y universidades sólo vomitan burócratas, peones, jefes de personal y millares de contadores para tu potente máquina económica, tus cerebros electrónicos y tu Bolsa Negra.
¡Castrados de espíritu! Y yo sé que no son brutos. Al contrario, son idealistas y mesiánicos, herederos de conquistadores. Pero tú eres horriblemente frustradora

[...]

Francamente, Medellín, eres peligrosa. Eres como el diablo para comprarle las almas, con la diferencia de que tú no las condenas al Infierno, sino al No-ser"


Gonzalo Arango. Medellín, a solas contigo. 

1 comentario:

Chesto dijo...

Es bastante extraño como un lugar que creíamos conocer, de un momento a otro se vuelve un desconocido y nos damos cuenta de lo hostil que puede ser. Y si, esos "alimentos del alma" creo que es algo que le hace mucha falta a todo el mundo...